La estación espacial Tiangong de China pronto podría contar con una defensa sin precedentes: un enjambre de robots diseñados para interceptar y desviar cualquier objeto que se acerque demasiado. Este ambicioso proyecto, revelado por un investigador de la Academia China de Ciencias (CAS), plantea interrogantes sobre el futuro de la seguridad espacial y las posibles implicaciones geopolíticas.
¿Cómo Funcionará la “Cúpula de Hierro” China?
El sistema, descrito como un “sistema de respuesta rápida”, se basa en el despliegue de pequeños robots propulsados. Estos robots, equipados con brazos o anillos de sujeción, serían capaces de agarrar y empujar objetos que invadan la zona de exclusión alrededor de la estación Tiangong. El objetivo principal, según el CAS, no es destruir, sino alejar al intruso para proteger a la tripulación y la infraestructura de la estación.
Antes de lanzar un robot, el sistema evaluaría opciones menos agresivas, como maniobras evasivas o ajustes de altitud de la estación. Solo si el riesgo persistiera, se enviaría el robot. Tras evaluar la trayectoria del objeto, el robot se anclaría a él y lo desplazaría unos kilómetros fuera de la órbita de Tiangong.
¿Defensa Necesaria o Primer Paso Hacia la Militarización del Espacio?
China justifica este desarrollo argumentando la necesidad de proteger su estación espacial de posibles colisiones con satélites, especialmente aquellos pertenecientes a grandes constelaciones como Starlink. En 2021, la estación Tiangong tuvo que realizar maniobras de emergencia para evitar colisiones con satélites de Starlink que, según China, se acercaron demasiado.
Sin embargo, algunos analistas ven este sistema como un posible primer paso hacia la militarización del espacio. Aunque los robots se limiten a empujar sin dañar, la capacidad de forzar la trayectoria de la nave de otro Estado podría generar disputas sobre “interferencia perjudicial”, un concepto recogido en el Tratado del Espacio Exterior.
El Tratado del Espacio Exterior: ¿Qué Permite y Qué Prohíbe?
El Tratado del Espacio Exterior prohíbe situar armas de destrucción masiva en órbita, pero no veta dispositivos cinéticos convencionales ni sistemas de remolque. Si los robots chinos se limitan a empujar sin dañar, podrían considerarse dentro del principio de uso del espacio con fines pacíficos.
La clave estará en cómo se utilicen estos sistemas y contra quién. La proliferación de naves espía y la escalada militar en el espacio podrían convertir este sistema de “escolta orbital” en algo más amenazante.
Conclusión: Vigilancia Constante en la Nueva Frontera
El desarrollo de este sistema de defensa activa por parte de China plantea un nuevo paradigma en la seguridad espacial. Si bien la protección de la estación Tiangong es una prioridad comprensible, las implicaciones geopolíticas y la posible militarización del espacio son motivo de preocupación. La comunidad internacional deberá vigilar de cerca este desarrollo y garantizar que el espacio siga siendo un lugar para la cooperación y la exploración pacífica.
Fuente: Xataka
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