El panorama global del comercio tecnológico se ha visto sacudido por la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, afectando directamente las aspiraciones de India de convertirse en un gigante de la manufactura electrónica. ¿Podría esta situación beneficiar a México en su búsqueda por consolidarse como un centro de nearshoring tecnológico?
El ‘Make in India’ se topa con los aranceles de Trump
El gobierno indio, liderado por Narendra Modi, ha impulsado durante años el programa ‘Make in India’ con el objetivo de transformar el país en un centro neurálgico de la producción tecnológica mundial. A través de incentivos fiscales, subsidios y programas de atracción de inversión extranjera, India ha logrado atraer a grandes jugadores como Apple, Foxconn, Samsung y Dell, quienes buscaban diversificar su producción fuera de China.
Las cifras hablan por sí solas: las exportaciones de electrónicos indios se dispararon de 7,200 millones de dólares en 2018 a más de 23,000 millones en 2023. La meta de alcanzar 80,000 millones para 2030 parecía al alcance de la mano. Sin embargo, la reciente imposición de un arancel del 50% a dispositivos electrónicos no esenciales por parte de Estados Unidos ha puesto un freno a este crecimiento.
Según Ajay Srivastava, ex funcionario comercial indio, esta medida “golpea un eslabón clave de la cadena industrial india que genera miles de empleos y mantiene en funcionamiento su ecosistema de manufactura”. Aunque el impacto económico directo inmediato pueda parecer modesto, el efecto simbólico es significativo, sembrando dudas sobre la viabilidad de la estrategia india a largo plazo.
Temores de un efecto dominó
La industria india teme que este arancel sea solo el comienzo de una serie de medidas proteccionistas que afecten a productos de mayor valor agregado, como semiconductores y componentes de telecomunicaciones. Garima Kapoor, economista de Elara Securities, advierte que esto podría “detener la llegada de capital extranjero, perder la confianza en India como hub tecnológico emergente y frenar la construcción de fábricas de chips, que requieren compromisos de inversión de largo plazo”.
La Federación de Exportadores de la India (FIEO) estima que el 55% de las exportaciones indias a Estados Unidos enfrentan desventajas de costo de entre el 30 y 35%, lo que las hace menos competitivas. Esta situación limita la capacidad de India para escalar en la cadena de valor y la confina a la producción de bienes de bajo margen, dependiendo cada vez más de su mercado interno.
¿Una oportunidad para México?
Ante este panorama, México podría emerger como un proveedor alternativo de productos electrónicos y componentes para el mercado estadounidense, aprovechando su acceso preferencial a través del T-MEC. El país ha estado atrayendo inversiones en manufactura tecnológica bajo la bandera del nearshoring, lo que podría verse impulsado por la pérdida de competitividad de India.
Sin embargo, México aún enfrenta desafíos importantes. Carece de la infraestructura robusta que India ya posee en sectores como cargadores, inversores o transformadores, y su fortaleza radica más en la manufactura automotriz y en la integración con la cadena norteamericana de semiconductores. Además, la posibilidad de nuevas negociaciones del tratado comercial y la imposición de nuevos aranceles siempre representan un riesgo.
En cuanto a los precios, si bien el impacto directo se sentiría principalmente en Estados Unidos, en México algunos productos como cargadores podrían experimentar ajustes, especialmente aquellos empaquetados en el país vecino. No obstante, la magnitud de este ajuste dependerá de la capacidad de las empresas para trasladar su producción fuera de India.
Conclusión
La guerra arancelaria entre Estados Unidos e India plantea importantes desafíos para la industria tecnológica global. Si bien India enfrenta obstáculos para consolidarse como un centro de manufactura electrónica, México podría aprovechar esta situación para fortalecer su posición como proveedor estratégico para el mercado norteamericano. Sin embargo, para lograrlo, deberá superar sus propias limitaciones en infraestructura y capacidad productiva, y sortear los riesgos inherentes a la geopolítica comercial.
Fuente: Expansión Tecnología
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