En el mundo de la tecnología, México se encuentra en una posición interesante. Hay una gran cantidad de ideas, proyectos y herramientas digitales, y la inteligencia artificial (IA) promete llevar este escenario aún más lejos. Sin embargo, existe un obstáculo importante: la falta de estructuras sólidas que permitan convertir todo este potencial en resultados tangibles y sostenibles.
¿Adopción vs. Transformación?
Según el estudio CIO Playbook 2025, elaborado por IDC para Lenovo, el 72% de las empresas mexicanas afirman haber adoptado la IA. Pero aquí está el detalle: menos del 10% ha logrado integrar soluciones avanzadas que realmente transformen sus operaciones. En otras palabras, hay mucho entusiasmo, pero la implementación efectiva sigue siendo un desafío.
El Problema de Base: Falta de Claridad y Estrategia
Luciano Palla, CEO y cofundador de Batech, una startup mexicana que utiliza IA en cámaras de videovigilancia, señala que la conversación sobre IA en México adolece de un problema fundamental: la falta de claridad sobre qué se quiere resolver. No se trata solo de subirse a la ola tecnológica, sino de identificar el problema específico que se busca solucionar, cómo se medirá el valor y con quién se conectará el software.
Gilberto Garza, vicepresidente de ventas para América Latina de Zendesk, coincide con esta visión. Automatizar por automatizar no sirve de nada. Si los clientes o colaboradores no perciben la utilidad de la herramienta, no la adoptarán. El éxito de la IA depende de entender qué necesidad se está resolviendo y qué valor se aporta con cada interacción.
La advertencia es clara: la tecnología sin una estrategia definida es simplemente ruido. Antes de sumergirse en la IA, las empresas deben aprender a innovar, comprender los problemas reales de su negocio y diseñar soluciones que no necesariamente estén relacionadas con esta tecnología. También es crucial medir los resultados y fomentar la colaboración entre las diferentes áreas y actores del ecosistema.
Datos de Calidad: El Combustible de la IA
Incluso para las empresas que tienen una visión clara de cómo utilizar la IA, existe un obstáculo importante: la escasez de datos de calidad. Los datos son esenciales para que la IA pueda aprender, generar respuestas útiles y ofrecer valor. Sin embargo, muchas empresas mexicanas se enfrentan al desafío de tener grandes cantidades de información dispersa y desorganizada, lo que impide alimentar adecuadamente los modelos de IA.
La calidad y estructura de los datos son determinantes para el éxito o el fracaso de una estrategia de IA. De ellas depende la capacidad de medir, mejorar y ofrecer experiencias que realmente respondan a las necesidades de cada organización.
El Factor Humano: La IA no Sustituye, Eleva
En última instancia, la tecnología solo puede avanzar al ritmo de las personas que la operan. Los datos son fundamentales, pero sin el criterio humano para interpretarlos y orientarlos hacia un propósito, pierden sentido. La IA necesita del juicio, la empatía y la creatividad de quienes la implementan para transformarse en un verdadero motor de cambio.
La IA no está para sustituir a las personas, sino para potenciarlas. Su función es liberar tiempo y energía para que los equipos puedan enfocarse en lo que sigue siendo insustituible: la capacidad de pensar, conectar y decidir.
Recomendaciones para una Implementación Exitosa
Para aprovechar al máximo la IA en México, es fundamental tener objetivos claros y conectar las capacidades humanas y tecnológicas. Algunas recomendaciones clave son:
- Analizar la situación actual: Revisar procesos, resultados y desafíos del negocio para identificar áreas de oportunidad.
- Priorizar necesidades clave: Seleccionar los problemas que tengan mayor impacto en el rendimiento.
- Traducir problemas en objetivos concretos y medibles: Establecer objetivos específicos, alcanzables y cuantificables.
- Asignar responsables y recursos: Definir quién será responsable de cada objetivo, qué tecnología se necesitará y cómo se medirá el progreso.
- Revisar y ajustar periódicamente: Evaluar si los objetivos siguen siendo relevantes y ajustarlos según sea necesario.
Conclusión: No Olvidemos lo Humano
El futuro de la tecnología en México no depende de cuánto se invierta en IA, sino de cómo se conecten las capacidades humanas y tecnológicas en torno a objetivos claros. No debemos delegar tanto en la IA que olvidemos lo más poderoso que tenemos: la capacidad de crear, planificar y conectar con otros. Si dejamos que la tecnología marque el ritmo, corremos el riesgo de perder nuestra visión.
Fuente: Expansión Tecnología
Leave a Comment