¿Te imaginas un mundo donde el efectivo sea cosa del pasado? En China, este escenario ya es una realidad. Los omnipresentes logos de Alipay y WeChat Pay han transformado la forma en que los chinos realizan transacciones, relegando al dinero en efectivo a un papel secundario. Veamos cómo este gigante asiático se está adaptando a una economía sin efectivo y qué lecciones podemos extraer de su experiencia.
El dominio de Alipay y WeChat Pay
Si viajas a China, notarás que pagar con efectivo es cada vez más difícil. Supermercados, cafés, taxis y el transporte público han adoptado masivamente Alipay y WeChat Pay. Muchos comercios incluso han eliminado las cajas registradoras tradicionales, confiando plenamente en los pagos digitales.
Según reporta Le Monde, algunos establecimientos se niegan a aceptar efectivo o no tienen cambio disponible, lo que subraya la rápida transición hacia una sociedad sin dinero en efectivo.
Los ancianos: los más afectados
No todos se adaptan fácilmente a este cambio. Ma Dian, un vendedor de frutas y verduras en Hubei, comenta que solo acepta efectivo para ayudar a las personas mayores. Aquellos mayores de 80 años encuentran dificultades para usar Alipay o WeChat Pay, necesitando la asistencia de familiares para realizar pagos móviles.
Códigos QR: la clave de todo
Los códigos QR, que en Occidente se utilizan comúnmente para acceder a menús de restaurantes, son omnipresentes en China. Los comercios utilizan códigos QR estáticos o dinámicos (mostrados en pantallas de TPV) que los clientes escanean para realizar pagos. En los códigos estáticos, el cliente introduce el monto a pagar, mientras que en los dinámicos, la cantidad se muestra automáticamente. La autenticación se realiza mediante contraseñas, reconocimiento facial o huellas dactilares.
Aunque inicialmente Alipay y WeChat Pay utilizaban códigos QR distintos, ahora se están implementando códigos unificados, permitiendo a los usuarios elegir su plataforma preferida.
Bancos en segundo plano
El auge de Alipay y WeChat Pay ha relegado a los bancos chinos, en su mayoría propiedad del gobierno, a un papel secundario. Aunque es necesario tener una cuenta bancaria para vincularla a estas aplicaciones, los servicios bancarios tradicionales se ven eclipsados por la comodidad y versatilidad de las plataformas de pago digital.
John Engen, de American Banker, describe a los bancos como “actores pasivos” en este nuevo panorama financiero.
El control del gobierno chino
A pesar de su poderío, Alibaba y Tencent no están exentas del control gubernamental. El gobierno chino ha demostrado su capacidad para regular estas empresas, como ocurrió en 2020 cuando se canceló la salida a bolsa de Ant Group tras las críticas de Jack Ma.
El renminbi digital
El banco central chino está desarrollando activamente una moneda digital, el renminbi digital o yuan digital. Esta iniciativa busca ofrecer una alternativa a las criptomonedas, pero bajo el control de las autoridades chinas. Aunque su implementación avanza, Alipay y WeChat Pay siguen siendo las plataformas dominantes.
Facilidades para turistas
Inicialmente, Alipay y WeChat Pay presentaban dificultades para los turistas. Sin embargo, en los últimos años, ambas plataformas se han adaptado, permitiendo a los visitantes extranjeros crear cuentas y asociarlas a tarjetas de crédito. Además, se han incrementado los límites de transacción en Alipay, pasando de 1.000 a 5.000 dólares.
Para una experiencia más fluida, se recomienda obtener un número de móvil chino, ya sea mediante una SIM o eSIM local, para facilitar las validaciones por SMS.
¿Un vistazo al futuro?
La experiencia china nos ofrece una visión de cómo podría ser un futuro sin dinero en efectivo. Si bien presenta ventajas en términos de eficiencia y conveniencia, también plantea desafíos relacionados con la inclusión financiera y la privacidad. A medida que el mundo avanza hacia la digitalización de los pagos, es crucial analizar el caso chino para comprender las implicaciones de esta transformación.
Fuente: Xataka
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