En el mundo del streaming, la pregunta sobre la propiedad del contenido digital se vuelve cada vez más relevante. Una reciente demanda colectiva contra Amazon ha puesto de manifiesto una práctica común en las plataformas de video: lo que compras, en realidad, no te pertenece.
La demanda contra Amazon: Comprar no es poseer
La demanda, impulsada por usuarios como Lisa Reingold, alega que Amazon engaña a los consumidores al hacerles creer que la compra de películas digitales en Prime Video les otorga la propiedad del título. Reingold afirma haber perdido acceso a una película que compró por más de 20 dólares.
El quid del asunto reside en que, al adquirir contenido digital en estas plataformas, no se compra la propiedad, sino una licencia de acceso limitada en el tiempo. Esta licencia está sujeta a que la empresa mantenga los derechos para distribuir el contenido.
La letra pequeña de las “compras” digitales
Según Wright Noel, abogado involucrado en la demanda, Amazon no informa de manera clara y visible que la “compra” es, en realidad, una licencia revocable. La advertencia está oculta y en letra pequeña, lo que dificulta que los usuarios sean conscientes de las condiciones reales de la transacción.
Esta no es la primera vez que Amazon enfrenta acusaciones similares. En 2020, la empresa se defendió argumentando que el uso de la palabra “comprar” para contenido digital no es engañoso, ya que implica la adquisición de una licencia de uso y no la propiedad perpetua.
No es solo Amazon: El problema de la propiedad digital
Este problema no es exclusivo de Amazon ni de la industria del streaming. En el mundo de los videojuegos, por ejemplo, Ubisoft enfrentó una demanda en 2023 tras cerrar los servidores del juego The Crew, impidiendo el acceso a usuarios que habían comprado el título.
El resurgimiento de lo físico: ¿Una respuesta a la falta de propiedad?
La falta de transparencia y la no propiedad de los contenidos digitales podrían estar impulsando el resurgimiento de formatos físicos como los vinilos. En 2024, los vinilos representaron casi el 75% de los ingresos por formatos físicos en Estados Unidos, superando las ventas de CDs por tercer año consecutivo. Este auge sugiere que muchos consumidores valoran la posesión tangible de sus contenidos.
¿Qué significa esto para ti?
La demanda contra Amazon pone de relieve la importancia de leer detenidamente los términos y condiciones de las plataformas de streaming. Antes de “comprar” contenido digital, es fundamental comprender que, en realidad, estás adquiriendo una licencia de uso que puede ser revocada en cualquier momento. La próxima vez que pulses el botón de “comprar”, recuerda que no estás llenando tu estantería digital, sino alquilando un espacio en la nube.
Fuente: Expansión Tecnología
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