La inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados, integrándose en nuestra vida cotidiana a través de chatbots, asistentes virtuales y herramientas de creación de contenido. Sin embargo, un nuevo estudio plantea una preocupante interrogante: ¿están estas IA siendo utilizadas para difundir propaganda y desinformación?
Chatbots bajo la lupa: propaganda rusa en las respuestas
Según una investigación reciente publicada en Wired Business, algunos de los chatbots más populares del mercado, incluyendo ChatGPT de OpenAI, Gemini (antes Bard) de Google, DeepSeek y Grok de xAI, están ofreciendo respuestas que reflejan narrativas y propaganda proveniente de medios de comunicación respaldados por el gobierno ruso al ser preguntados sobre la invasión de Ucrania.
Esto significa que, al consultar a estas IA sobre el conflicto, los usuarios podrían estar recibiendo información sesgada o directamente falsa que apoya la versión rusa de los hechos. Un ejemplo de esto puede ser presentar la invasión como una “operación especial” en lugar de una agresión militar, o justificar las acciones rusas culpando a la OTAN o al gobierno ucraniano.
¿Cómo ocurre esto?
La forma en que estas IA aprenden y generan respuestas es clave para entender el problema. Los chatbots se entrenan utilizando enormes cantidades de datos de internet, incluyendo artículos de noticias, publicaciones en redes sociales y otros textos. Si una parte significativa de estos datos contiene propaganda o desinformación, la IA podría internalizar estas narrativas y reproducirlas en sus respuestas.
Además, es posible que ciertos actores estén intentando manipular activamente a las IA, por ejemplo, alimentándolas con grandes cantidades de información falsa o influyendo en los algoritmos de búsqueda para que los resultados prorrusa aparezcan en los primeros puestos.
¿Qué implicaciones tiene esto?
La difusión de propaganda a través de la IA puede tener graves consecuencias, especialmente en un contexto de conflicto geopolítico. La desinformación puede influir en la opinión pública, polarizar a la sociedad y socavar la confianza en las instituciones democráticas.
Además, la propaganda generada por la IA puede ser especialmente efectiva porque parece neutral y objetiva. Los usuarios pueden ser más propensos a creer en la información proporcionada por un chatbot que en la que encuentran en un medio de comunicación tradicional, especialmente si no son conscientes de que la IA podría estar sesgada.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Es fundamental que los desarrolladores de IA tomen medidas para prevenir la difusión de propaganda y desinformación. Esto incluye mejorar los algoritmos de entrenamiento para que sean más resistentes a la manipulación, verificar la información que utilizan y ser transparentes sobre cómo funcionan sus sistemas.
Además, los usuarios deben ser críticos con la información que reciben de las IA y contrastarla con otras fuentes. Es importante recordar que los chatbots no son infalibles y que pueden ser utilizados para difundir propaganda y desinformación.
Conclusión
El estudio de Wired Business revela una preocupante realidad: la inteligencia artificial, una herramienta con un enorme potencial para el bien, está siendo utilizada para difundir propaganda prorrusa sobre la invasión de Ucrania. Esto plantea serias preguntas sobre la responsabilidad de los desarrolladores de IA y la necesidad de proteger a los usuarios de la desinformación.
Como usuarios de la tecnología, debemos ser conscientes de los riesgos y ser críticos con la información que recibimos, especialmente cuando proviene de fuentes que podrían estar sesgadas. La lucha contra la desinformación es una responsabilidad compartida, y es fundamental que todos hagamos nuestra parte para proteger la verdad.
Fuente: Wired Business
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