El turismo en Japón está en auge, batiendo récords mes tras mes. Sin embargo, este incremento también ha generado problemas de saturación en destinos populares, afectando la calidad de vida de los residentes y la infraestructura del país. Para mitigar estos efectos negativos, el gobierno japonés está considerando una medida que podría afectar directamente a los turistas: triplicar la tasa de salida.
¿De qué se trata la ‘tasa de salida’?
Desde 2019, Japón aplica una ‘tasa de salida’ a todos los viajeros que abandonan el país, ya sean turistas extranjeros o ciudadanos japoneses. Actualmente, esta tasa es de 1.000 yenes (aproximadamente 5,5 euros). La propuesta sobre la mesa es elevarla a 3.000 yenes (unos 16,7 euros) o incluso más, especialmente para viajeros de clase ejecutiva, quienes podrían pagar hasta 5.000 yenes (alrededor de 27,8 euros).
¿Por qué triplicar la tasa?
El objetivo principal de esta medida es aumentar los ingresos del gobierno para invertir en mejoras de infraestructura y servicios públicos. Según el gobierno nipón, el dinero recaudado se destinaría a:
- Construcción de aparcamientos.
- Mejora en la gestión de residuos.
- Optimización de los sistemas de reserva.
- Descongestión del transporte público.
En el último año fiscal, la ‘tasa de salida’ generó 52.400 millones de yenes (aproximadamente 291 millones de euros). Si se triplica la tasa, esta cifra podría aumentar significativamente, siempre y cuando el flujo turístico se mantenga constante.
¿Cuándo entraría en vigor?
El Partido Liberal Democrático, actualmente en el poder, propone que el aumento de la tasa se implemente durante el año fiscal 2026. El gobierno de Sanae Takaichi espera tomar una decisión final antes de que termine el año, una vez que haya consultado a la comisión tributaria y otros organismos relevantes.
Posibles consecuencias
Si bien el aumento de la ‘tasa de salida’ podría generar ingresos adicionales para mejorar la infraestructura turística, también existe la preocupación de que pueda desincentivar los viajes al extranjero por parte de los propios ciudadanos japoneses, quienes aún no han recuperado los niveles de viajes pre-pandemia. Para mitigar este efecto, el gobierno también está considerando reducir las tasas de expedición de pasaportes para los ciudadanos japoneses.
El contexto geopolítico
Es importante señalar que este debate sobre la ‘tasa de salida’ se produce en un momento delicado para el turismo japonés. Las tensiones entre Tokio y Pekín han llevado al gobierno chino a pedir a sus ciudadanos que eviten viajar a Japón, lo que ha resultado en la cancelación de miles de viajes. En este contexto, la decisión de aumentar o no la ‘tasa de salida’ se vuelve aún más compleja.
En resumen
Japón se enfrenta al desafío de gestionar el auge del turismo y sus consecuencias negativas. Triplicar la ‘tasa de salida’ es una de las opciones que se están considerando para financiar mejoras en la infraestructura y los servicios públicos. Sin embargo, esta medida podría tener efectos secundarios no deseados, como la disminución de los viajes al extranjero por parte de los japoneses y la posible reducción del flujo turístico debido a tensiones geopolíticas.
Fuente: Xataka
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