El fenómeno de las series coreanas, o K-Dramas, ha conquistado audiencias globales, trascendiendo fronteras y convirtiéndose en un pilar importante del entretenimiento. Netflix ha sido un catalizador clave en este éxito, llevando producciones surcoreanas a millones de hogares en todo el mundo. Sin embargo, este crecimiento meteórico ha generado también desafíos significativos, especialmente en lo que respecta a los costos de producción. ¿Se le ha ido de las manos la fiebre por los K-Dramas a Netflix?
Explosión K-Drama: Netflix como principal impulsor
En los últimos años, las ficciones coreanas han experimentado un auge sin precedentes. Netflix ha jugado un papel fundamental en este crecimiento, consolidando el contenido surcoreano como el segundo más visto a nivel global, superado solo por las producciones estadounidenses. Desde 2023, los K-Dramas representan entre el 8% y el 9% del total de horas de visualización en Netflix, con títulos icónicos como ‘El juego del calamar’, ‘La reina de las lágrimas’, ‘Crash Landing on You’ y ‘Amor en la puerta de al lado’.
Gastos desorbitados: Presupuestos inflados en la era Netflix
La inversión de Netflix en contenido coreano es considerable. Más de la mitad de los K-Dramas populares en la plataforma son originales de Netflix, y aproximadamente un tercio son exclusivos, muchos de ellos creados en colaboración con estudios locales. No obstante, esta apuesta ha conllevado un aumento significativo en los costos de producción. Actualmente, el precio medio por episodio ronda los 700.000 dólares, llegando a superar los 2 millones de dólares en casos como ‘El juego del calamar’. Esto representa un incremento de más del doble en comparación con 2020, y una diferencia abismal con los costos previos a la llegada de Netflix, que se situaban en torno a los 200.000 dólares. Series exitosas como ‘Si la vida te da mandarinas’ superan los 40 millones de dólares por temporada.
Caída en la producción y la presión por el éxito global
El aumento de los costos impulsado por Netflix ha tenido consecuencias directas en la industria coreana. La producción total ha disminuido, especialmente la proveniente de compañías medianas y canales tradicionales coreanos, pasando de 141 en 2022 a 100 en 2024. Además, se ha generado una presión para que las series sean más costosas, lo que ha incrementado el número de superproducciones, pero ha reducido las producciones de nivel medio. Para atajar el problema, Netflix ha limitado los sueldos de los actores, que ha fijado en los 400 millones de won (algo menos de 300.000 dólares) por episodio.
Superestrellas K-Drama: El factor clave en el éxito
Los creadores de K-Dramas saben que el reparto es un factor determinante en el éxito de una serie. Los protagonistas a menudo se llevan una parte importante del presupuesto, llegando a cobrar alrededor de 500.000 dólares por episodio. Esta inversión en talento busca asegurar la calidad y el atractivo de las producciones para el público global.
Adiós al riesgo: ¿Peligro para la originalidad coreana?
La industria de las ficciones coreanas se encuentra en una encrucijada, debatiéndose entre la rentabilidad y la calidad. El aumento de los presupuestos ha elevado las expectativas sobre las series, pero también ha incrementado el riesgo financiero. A diferencia de la situación anterior a Netflix, las series ahora necesitan ser éxitos globales para recuperar la inversión. Este escenario conlleva un peligro: a mayor riesgo financiero, menor disposición a la innovación y mayor tendencia a recurrir a fórmulas probadas, lo que podría mermar la capacidad de sorprender que caracteriza a los K-Dramas.
¿Netflix, verdugo o salvador de la industria coreana?
¿Ha perjudicado Netflix a la industria de la ficción coreana? Sin duda, la ha sumido en una dinámica de presupuestos inflados y exigencia de espectacularidad que, por el momento, está afectando a las producciones medianas, la base que proporciona solidez y estabilidad a la industria. Corea tiene un ejemplo claro al que mirar para no repetir errores: Hollywood, inmersa en una crisis creativa y una inflación descontrolada en las producciones que ponen en duda su futuro próximo. Por ahora, la industria de Corea del Sur tiene margen para reaccionar, siempre y cuando Netflix se lo permita.
Fuente: Xataka
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