En el mundo de la tecnología y la salud mental, a veces surgen sinergias inesperadas. Este es el caso de Kimaya (Kimy) Lecamwasam, una neurocientífica computacional, música y compositora que está explorando el nexo entre la música, la inteligencia artificial y la neurociencia para desarrollar nuevas herramientas que mejoren el bienestar mental.
Una pasión que une ciencia y arte
Desde muy joven, Kimy encontró en la música una forma de expresión y una herramienta para gestionar su propia salud mental. Esta conexión personal la llevó a preguntarse por qué la música tiene un impacto tan profundo en nosotros, lo que eventualmente la impulsó a estudiar la ciencia detrás de ella.
Lecamwasam obtuvo una licenciatura en neurociencia y música en Wellesley College. Allí descubrió el poder de combinar ambas disciplinas. Más tarde, se unió al MIT Media Lab, donde actualmente realiza un doctorado, enfocándose en cómo la música puede ser utilizada como una herramienta no farmacológica para abordar problemas de salud mental.
Investigando el poder terapéutico de la música
La investigación de Lecamwasam se centra en comprender los impactos físicos, mentales y emocionales de la música. Su trabajo abarca desde el estudio de la “pharmamusicología” (cómo la música afecta la fisiología y la psicología de personas con ansiedad) hasta la investigación del impacto de conciertos y experiencias musicales en vivo en la salud mental tanto del público como de los artistas.
Uno de sus proyectos más recientes, en colaboración con el Human-AI Resonance Lab, evalúa la resonancia emocional de la música generada por IA en comparación con la música compuesta por humanos. El objetivo es identificar aplicaciones éticas de la IA en la creación y recomendación de música sensible a las emociones, que preserve la creatividad humana y pueda ser utilizada como una intervención para la salud.
Colaboraciones para llevar la investigación al mundo real
Lecamwasam no se limita al laboratorio. Colabora con diversas organizaciones para implementar aplicaciones reales de su investigación. Ha trabajado con el Weill Music Institute del Carnegie Hall y participa en un estudio sobre el impacto de la escritura de canciones de cuna en la salud perinatal con el North Shore Lullaby Project.
A nivel internacional, colabora con Myndstream en proyectos que comparan la resonancia emocional de la música generada por IA con la música compuesta por humanos, buscando aplicaciones clínicas y prácticas. También trabaja con PixMob y Empatica (una spin-off del MIT Media Lab) para evaluar el impacto de la iluminación interactiva y las experiencias musicales en vivo a gran escala en la resonancia emocional en estadios y arenas.
Construyendo comunidad en el MIT
Más allá de su investigación, Lecamwasam es una activa constructora de comunidad en el MIT. Participa en el programa SOS (Students Offering Support) y será la primera mentora entre compañeros en el Media Lab, coordinando programas para facilitar la transición de los nuevos estudiantes de maestría a la vida de posgrado. También forma parte del Studcom, una organización estudiantil que promueve experiencias para unir a la comunidad.
Un futuro prometedor en la intersección de la música, la IA y la salud mental
El trabajo de Kimaya Lecamwasam representa una emocionante convergencia de la neurociencia, la inteligencia artificial y la música. Su pasión, rigor científico y compromiso con la comunidad la convierten en una figura prometedora en la búsqueda de nuevas herramientas para mejorar la salud mental y el bienestar emocional a través de la tecnología y el arte.
Fuente: MIT News – AI
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