La guerra en Ucrania ha impulsado una transformación sin precedentes en la industria bélica. Fábricas automotrices reconvertidas en centros de producción militar, una tendencia que resurge con fuerza en el siglo XXI. En esta ocasión, Francia ha decidido apostar por una colaboración innovadora y estratégica: la fabricación de drones de combate en Ucrania con la ayuda de Renault.
Un acuerdo ‘win-win’ entre Francia y Ucrania
El ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, anunció un acuerdo entre Renault y una pyme francesa del sector defensa para establecer líneas de ensamblaje de drones en Ucrania. Este movimiento no solo apoya la economía de guerra ucraniana, sino que también permite al ejército francés entrenarse con sistemas desarrollados en un entorno operativo real. La ubicación exacta de estas fábricas se mantiene en secreto por razones de seguridad.
Producción local con experiencia ucraniana
Un aspecto clave de este acuerdo es la confianza depositada en los técnicos e ingenieros ucranianos. Según Lecornu, Ucrania destaca en el diseño de drones y en el desarrollo de las doctrinas que los acompañan. La producción será totalmente nacional, sin personal francés en las fábricas, lo que refuerza la autonomía ucraniana y su capacidad de innovación en el campo de batalla.
Ucrania: Un polo de innovación bélica
La experiencia táctica ucraniana en el uso de drones, como la operación “SpiderWeb” donde drones ocultos en camiones civiles atacaron aeródromos rusos en Siberia, se ha convertido en un activo valioso para la estrategia militar occidental. Esta sinergia entre conocimiento táctico y capacidad industrial posiciona a Ucrania como un centro de innovación bélica.
Una tendencia europea
Francia no es el único país que ha optado por fabricar armas en Ucrania. Finlandia ya ha establecido una planta de producción de drones con socios locales, y Países Bajos, Reino Unido y Noruega han comprometido fondos para el desarrollo y la fabricación de drones ucranianos. La OTAN también ha institucionalizado este impulso con un mecanismo específico de producción de armamento.
Francia a contrarreloj en la carrera de los drones
A pesar de su historia militar, Francia se había quedado rezagada en la carrera tecnológica de los drones. Mientras Estados Unidos, China e Irán avanzaban, Francia carecía de conflictos que impulsaran su desarrollo. Hoy, el ejército francés cuenta con alrededor de 3.000 drones, una cifra modesta en comparación con la visión ucraniana de desplegar millones en los próximos meses.
La guerra como catalizador
La decisión de Francia de colaborar con Ucrania, involucrando a Renault, marca un punto de inflexión en la economía de defensa del siglo XXI. La alianza se basa en la complementariedad: la experiencia en combate de Ucrania y la capacidad industrial de Francia. En un campo de batalla cada vez más digitalizado, el dron se ha convertido en la columna vertebral de la estrategia militar moderna, y Ucrania se posiciona como el laboratorio experimental más relevante del planeta.
En resumen, la participación de Renault en la producción de drones de combate en Ucrania representa una adaptación pragmática a un conflicto prolongado y una señal de que la economía de defensa del siglo XXI ya no distingue entre civil y militar. Ucrania se consolida como un centro de innovación bélica, mientras que Francia busca recuperar terreno en la carrera tecnológica de los drones.
Fuente: Xataka
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