¿Te has encontrado en TikTok o Instagram con un video interesante, solo para descubrir que fue robado de otro creador? No estás solo. La proliferación de contenido robado es un problema creciente en las plataformas de videos cortos, y parece que no hay una solución fácil a la vista.
El festín de los videos ajenos: ¿Por qué ocurre esto?
Cuando subes contenido a Internet, es casi imposible controlar su distribución. Así como este artículo puede ser copiado y pegado, los videos de YouTube, TikTok o Reels pueden ser descargados con facilidad, incluso eliminando marcas de agua. Pero, ¿por qué alguien querría robar videos?
- Monetización: Muchos perfiles resuben contenido para ganar dinero a través de los programas de recompensas de las plataformas o inflando las cifras para vender las cuentas.
- Automatización: Ciertos individuos combinan herramientas de IA, videos de otros y plantillas de edición rápida para generar contenido en masa y monetizarlo, vendiéndolo como una forma de “ingresos pasivos”.
- Cuentas de fans: Aunque con intenciones más inocentes, algunas cuentas simplemente buscan compartir contenido que les gusta, sin considerar los derechos del creador original.
¿Qué están haciendo (o no haciendo) las plataformas?
Las plataformas están lidiando con este problema, pero las soluciones no son perfectas:
- YouTube: Es la plataforma que más activamente combate la reutilización de contenido, impidiendo la monetización de videos no auténticos o clips extraídos de podcasts ajenos.
- Instagram: Permite subir contenido de terceros, pero añade una etiqueta de “Contenido original de” si detecta que el video pertenece a otra persona. Sin embargo, permite contenido editado, como reacciones o comentarios superpuestos.
- Facebook: Anunció una política similar a la de Instagram para Reels, pero aún no tiene mecanismos para evitar la subida de contenido reusado.
- TikTok: Sus guías excluyen del feed “Para ti” el contenido reproducido o no original sin cambios creativos. Sin embargo, añadir subtítulos o ediciones menores es suficiente para evitar el filtro.
La propiedad intelectual: Un campo minado
Cuando subes un video a TikTok o Instagram, concedes una licencia global para su explotación, pero los derechos siguen siendo tuyos. En teoría, podrías reclamar el copyright a las cuentas que usen tu contenido, pero es un trabajo arduo. Esta situación es similar a los modelos 3D en repositorios de impresión 3D, donde el uso comercial sin licencia está prohibido pero es difícil de controlar.
Conclusión: ¿Hay esperanza para los creadores?
Las cuentas que usan contenido ajeno no van a desaparecer fácilmente. Las plataformas fomentan la creación original, pero no la protegen completamente. Mientras los usuarios sigan consumiendo este contenido sin importar su origen, el problema persistirá. La batalla por la propiedad del contenido en las redes sociales está lejos de terminar.
Fuente: Xataka
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